Como tiempo atrás se viene comentando, algunos hemos decidido leer conjuntamente El mundo de Sofía, así que para no retrasar más está buena idea, me tomo la licencia de empezar. Quiero comentar que ya hace tiempo que quiero leer esta tan recomendada obra. Decir que ya en Bachillerato el profesor de filosofía nos mandó a todos los alumnos hacer un trabajo sobre El mundo de Sofía, pero yo, que por aquella época tenía la cabeza en otras cosas, lo copié de una compañera. Varios años tardé en darme cuenta de mi error.
Más vale tarde que nunca.
Aquí va mi análisis del primer capítulo con las ideas que yo he creído más interesantes...
EL MUNDO DE SOFIA. Jostein Gaarder
EL JARDÍN DEL EDÉN
]“Al fin y al cabo, algo tuvo que surgir en algún momento de donde no había nada de nada..."
Sofía es un chica como otra cualquiera, un día recibe una carta anónima, y dentro una nota que dice: “¿quién eres?”
Ella se mira al espejo dubitativa, ¿quién eres?. Soy Sofía, piensa. Pero imagina que sus padres le hubiesen puesto otro nombre, en ese caso... ¿Habría sido otra?
¿No resultaba extraño el no saber quién era?
¿No era también injusto no haber podido decidir su propio aspecto?
¿Qué era un ser humano?
¿No era extraño estar en el mundo en este momento, poder caminar como por un maravilloso cuento?
Sofía pensó en su existencia, y no podía evitar pensar también en su muerte...
¿Habrá alguna vida más allá de la muerte?
¿No era injusto que la vida tuviera que acabarse alguna vez?
¿No era triste que la mayoría de la gente tuviera que ponerse enferma para darse cuenta de lo agradable que es vivir?
Más tarde, recibió otra carta con una nota que decía: “¿de dónde viene el mundo?”
Sofía se quedó muy aturdida y no supo que responder. Ella sabía que la Tierra no era sino un pequeño planeta en el inmenso universo. Pero, ¿de dónde venía el universo?. Pudiera ser que hubiera existido siempre ¿podía existir algo desde siempre?. Pensó, si el universo hubiera nacido de repente de otra cosa, entonces esa otra cosa tendría a su vez que haber nacido de otra cosa. Algo tuvo que surgir en algún momento de donde no había nada de nada, pero ¿era eso posible? En el colegio había aprendido que Dios había creado el mundo, ¿pero y el propio Dios, qué? ¿se creó él a sí mismo partiendo de la nada?
Este primer capítulo sirve a modo de introducción, seguro que muchos os habéis hecho las mismas preguntas, pero quizá no hayáis profundizado realmente en la cuestión. Este es el momento.
Yo me voy a leer todo el libro, y tengo intención de analizar aquí los distintos capítulos con el fin de que, incluso los que no se animen a leerlo, puedan comentar -o seguir de manera silenciosa, según cada uno-.
Seguramente alguien quiera añadir algún aspecto que me haya dejado en el tintero, será bienvenido todo comentario que ayude a completar.
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