AVENes

Esta no es una macabra despedida tampoco, una desesperada petición de ayuda; únicamente se trata de un simple comunicado acerca de una verdad que desde hace tiempo ya había intuido pero que no sabía muy bien cómo explicar:

No sirvo para esta vida.

El momento exacto en el que me di cuenta de ello no podría evocarlo con completa certeza.
Quizá fue en aquellos años de secundaria en donde comencé a percatarme de que ciertos aspectos, psicológicos y sociales, surgían en las personas con las que compartía la misma edad: ese continuo interés, tímido e impetuoso por igual, hacia el sexo opuesto; esa creciente receptividad a lo romántico, a lo erótico, y —en general— esa entrada a un desconocido e intrigante mundo constituido de placeres carnales y sentimentales los cuales yo no podía experimentar y tampoco, entender. Es en este punto en donde repito una historia que ya ha sido escuchada y relatada por muchos de nosotros…

Tal vez fue por aquel entonces cuando empecé a notar que me costaba relacionarme con los demás: me resultaba difícil entablar amistades, hablar y expresarme era complicado, sentirme próximo e identificado con otros no representaba más que una vaga y lejana ilusión. Sobrevino el rechazo, el aislamiento y —por supuesto— el acoso escolar... Nuevamente vuelvo a recordar una situación que para algunos de aquí sabe a pasado familiar.
Pudo haberse dado también en mis días de bachillerato. Aquella época en donde me convertí en la persona más callada, retraída y fría de todas las que han existido con estas turbias cualidades. Esas noches en donde despertaba súbitamente —temblando de pánico absoluto— con un terror enfocado hacia nada en particular, la mirada perdida con los párpados abiertos de par en par y las uñas de las manos clavadas en mi rostro. Una breve (pero intensa) temporada de depresión, psiquiatra y psicofármacos. Vivir todo esto teniendo tan sólo dieciséis años de edad... ¿Será posible que todavía se sientan aludidos unos cuantos en este lugar?

Ahora el tiempo ha transcurrido y bien puedo afirmar que estos conflictos se han quedado atrás, aunque quizá todavía me persigan diminutas estelas de los mismos:

No me costó demasiado aceptar lo que soy. Lo complicado ha sido, y sigue siendo, que los demás lo comprendan y que dejen de asociarlo con una enfermedad o una reprimida homosexualidad. Sé que lo común es tener pareja, que lo habitual es esforzarse en conseguirla cuando no se cuenta con una y que lo normal en la juventud es poseer una enérgica inquietud hacia estas cuestiones; ¿entonces cómo hacerles entender que —más allá de mi propio arromantisicimo— no serviría para ninguna relación de este tipo, y probablemente sería el peor amante, el peor novio y la peor pareja? Una unión de este tipo consiste en dar y en recibir recíprocamente; yo no tengo nada que ofrecer (apenas logro mantenerme a flote a mí mismo, así que no me queda nada para nadie más) y se me dificulta demasiado aceptar (simplemente, así ha sido mi naturaleza hasta ahora).

Poco a poco fui puliendo mis habilidades sociales y hoy podría decir que son aceptables (mas aún se encuentran por debajo de la media). Sin embargo, por algún motivo las fiestas todavía las siento como un suplicio, cuando se supone que deberían de ser lo más divertido del mundo para alguien de mi edad. Ciertas situaciones que se supone que son naturales y espontáneas en la convivencia con los demás a mí me parecen insufribles y trato de evitarlas a toda costa, pues constantemente me percibo juzgado, analizado y criticado por los otros al punto de ya no saber si lo que experimento es paranoia pura (a causa de toda la segregación que padecí en el pasado) o algo verdadero (un indicador de que mis viejos fantasmas no se han marchado del todo).

Mis problemas psicológicos, al parecer, están resueltos. Hace años que no tengo ninguna consulta con el psiquiatra y por la misma cantidad de tiempo ningún antidepresivo ha recorrido mi garganta. Todo esto me lleva a preguntarme por qué dentro de mi cabeza sigue habiendo tanta turbulencia.

Pero lo cierto es que no sólo mi pasado me molesta, no se trata únicamente de la asexualidad y de todos los dilemas que, desafortunadamente, derivan de ella. El presente también juega un papel importantísimo en mi estado alterado al hacerme ver —en ocasiones con sutileza y en otras con mucha crudeza— la escasa cabida que tengo en esta existencia:

Aunque gozo de buena salud y no padezco carencia económica alguna, mi vida es un desastre. Lo es, pues por mi propia causa y por la suma de todos los factores anteriores ésta se ha convertido en un homenaje al desorden, en una anarquía, en un sin rumbo y a veces creo que hasta en un sinsentido: no sé qué camino tomar, no sé a dónde dirigirme y lo peor de todo es que no me siento propio de ningún lugar, ni siquiera del mundo mismo. Observo a las personas que me rodean todas ellas satisfechas o, al menos, conformes con su día a día: en sus trabajos, en sus estudios, en sus diversas actividades; conviviendo con sus amistades, con sus familiares y con sus respectivas parejas. Yo, en cambio, sufro de un vacío que no puedo llenar con nada, ya que me veo totalmente ajeno —como un forastero— a toda la gente y a todas las cosas que se encuentran a mi alcance.

¿Tengo que resignarme a sentirme perdido, siempre desubicado y fuera de lugar? ¿Es necesario que deje de insistir? ¿Cómo ignorar algo que me molesta tanto hasta el punto de privarme del sueño y encender una furia amarga en mí?...

Pero no sólo el presente me acosa, y es que poseo la firme certeza de que este fenómeno, este monstruo, se irá haciendo más fuerte con el paso de los años, cuando yo entre de lleno en los territorios de la edad adulta:

Sé que volveré a darme cuenta de que no sirvo para esta vida cuando el futuro, más cercano que lejano, me muestre que el matrimonio se ha vuelto cosa corriente entre mis semejantes, mientras que en mí la soltería se mantendrá como la constante; me percataré de ello una vez más al ver cómo todos los de mi generación cumplen con el ciclo reproductivo, virtualmente obligatorio en esta sociedad, mientras que al mismo tiempo observo cómo cualquier niño de doce años posee más experiencia sexual que yo; estaré nuevamente convencido de esta verdad cuando sea la vida misma y el mundo los que se encarguen de dejarme atrás, de excluirme y de mostrarme que no formo parte intrínseca de su constitución.

Hoy no tengo duda alguna de que atravieso un período crítico de mi existencia en donde todo se resume a prosperar o morir, no morir literalmente sino convertirme en una sombra, en un despojo, en un ser permanentemente errático, desfasado e infeliz… lo cual creo que es mucho más terrible que la muerte real en sí. Tengo que encontrar un alivio, o más que un alivio debo hallar un sentido, aun si es necesario arriesgar muchas cosas para lograrlo.

Es todo lo que tenía que decir. Esto no fue una macabra despedida tampoco, una desesperada petición de ayuda. Únicamente se trató de una muestra de complicidad para todos aquellos que, al igual que yo, se sientan, o se hayan sentido, como una pieza sobrante de esta enorme, fría y oxidada maquinaria… como un desecho del sistema.

¿Por qué has necesitado escribir un testamento tan extenso?

Daniel, realmente tengo que felicitarte me gusta mucho como expresas tus sentimientos; además es una buena forma de alejar nuestros demonios.

Creo que muchos en el foro tenemos historias y percepciones muy parecidas, en mi adolescencia también llegué a cuestionar mi existencia y deshumanizarme por no poder sentir o por no poder ser igual al resto; debo decir que siempre encuentro la luz al final del túnel me considero una mujer que emprende y lucha, con ciertas dificultades xDD pero quién no las tiene. Lo importante es pelear por lo que uno anhela, no limitarnos y sobre todo nunca dejar de insistir, jamás!

No te creas inferior al resto, ni trates de encajar en un lugar en el cual sabes que no podes hallarte porque no podes ser vos. En lo diverso esta lo rico de la humanidad, todos somos diferentes ya es hora que nos demos cuenta que lo normal no existe es una imposición cultural. Un mundo homogéneo perdería su encanto, perdería el color que lo hace único, rico y sorprendente. No pierdas tu color sé tu esencia y brilla con tu propia luz, que nadie te marque el camino mejor construí el tuyo!

Y por cierto, si yo tuve una pareja "rara" no veo porque no puedas tenerla. Asexuales mexicanas hay muchas! y sos un muy buen candidato. A pelear hombre! no esta todo dicho y el futuro lo creas vos tenelo muy presente, así que no me hagas enojar

P.D: Una arromantica enojada puede ser muy peligrosa u_ú sobre todo si el tema se desvía

¡Ay mi dani...! Las crisis de vacío son terribles. Afortunadamente a mí se me fueron alrededor de los 6 años (empezaron como a los 4) y tardaron en volver. Pero lo hicieron con fuerza...

Me determiné a mi misma a encontrar un sentido de la vida como fuera. Aunque claro, los de los demás no me valían, pues ya era treintañera y me los conocía casi todos. Así que empecé a inventarme uno nuevo. Voy palante
¡Animo, dani! Lo primero es centrarte en los placeres físicos a tu alcance, en DISFRUTAR. También puedes recurririr a la evasión si es en la fantasía y no en drogas o cosas así...
Disfruta de las pequeñas cosas sin juzgar, y sigue adelante

Hola Daniel,
La verdad que estos mensajes depresivos son interesantes, porque en fin... parecen que tuvieran razón pero en realidad son un sinsentido, una justificación consciente de un proceso depresivo a nivel inconsciente, incluso químico, posiblemente falta de serotonina, dopamina o lo que sea. Aunque no en sentido físico pero tú lo que tienes es flojera, y como mi abuela decía cuando nos veía flojear: "a este niño le falta oficio".
En fin, otra cosa que veo aquí es un tema recurrente en este foro, y es el pensar que la única forma de ser útiles es siendo unos machos/hembras reproductores, y cualquier otra cosa que escape de eso, es un desperdicio, vamos, eso no es así ni en la naturaleza. En los lobos marinos por ejemplo, sólo un 15 por ciento de los machos se reproducen (los alfa), y el resto se dedican a flojear y sobrevivir, si acaso esperando la oportunidad a que un macho alfa se muera y ocupar su sitio jejeje, y eso que ya no pongo de ejemplo a los animales colectivos como las abejas o las hormigas, donde sólo un individuo de miles se reproduce.
En los humanos también pasa algo parecido, sólo que la proporción es menor y actualmente ensombrecida por el adoctrinamiento cultural de los últimos siglos, posiblemente se corresponda a los individuos homosexuales, asexuales y/o desinteresados en ejercer su capacidad reproductiva, incluso incluiría a los sexuales que no quieren saber nada de tener hijos pero es algo nuevo facilitado por los métodos anticonceptivos. La razón para dicha anomalía en la conducta sexual podría haber tenido su origen en el hecho de que el traer un nuevo ser humano al mundo es un proceso extremadamente costoso, un ser humano tarda 18 años en ser un adulto y para dicha tarea se necesitaría el concurso de varios individuos, no sólo de los padres. Eso se ve claramente en aquellas familias donde alguno se ha quedado "a vestir santos" y es quien se encarga de ayudar a cuidar sobrinos, etc., sobre todo en países menos desarrollados donde la dependencia de la ayuda familiar es mayor a falta de mejores prestaciones sociales.
Yo creo también que es una visión muy pobre el pensar que la única forma de trascender es teniendo familia e hijos, de hecho es la peor manera. Voy a hacerme eco de las ideas de Richard Dawkins expuestas en su libro "el gen egoísta", cuando hablaba de la transferencia genética e introdujo el término "memes", que es lo mismo que los genes en el sentido de que se autoreplican, pero aplicados al mundo de las ideas que se van pasando de boca en boca, desde las más simples como los refranes, a las más complejas, como nuestras percepciones culturales, la memoria colectiva, la religión, un idioma, etc. Cuando procreamos nuestros hijos heredan el 50% de nuestros genes, y a su vez heredarán el restante del otro progenitor, nuestros nietos el 25%, bisnietos la octava parte, y al llegar a la décima generación, 1/1024, aproximadamente la milésima parte, doblando el tiempo habrán pasado 20 generaciones, lo que a razón de, por dar un número, 5 generaciones por siglo, nos darán una millonésima parte de nosotros transferidas a la generación que vendrá en cuatrocientos años. Sin embargo, en los memes la cosa cambia, pensemos en personajes famosos de todas las áreas, Sócrates, Platón, Jesús, Buda, Newton, Galileo, etc., y no nos fijemos en si sus ideas eran erróneas o no, simplemente observemos que dichas ideas persisten en la memoria colectiva, y te puedo asegurar que aunque sus mensajes se han tergiversado y llegan a nuestros tiempos distorsionados, son muchísimos más fieles que lo que nos llega de sus genes, aún suponiendo que de los personajes más antiguos nos llegase la décima parte de sus ideas, es infinitamente superior a la millonésima parte de lo que tenemos de nuestro ancestro número 20.
La otra idea que quiero desbaratar con mis argumentos, es aquella de que es malo ser una pieza sobrante del sistema. Alguna vez a algún trasto que compré le sobró una pieza. Pasó el tiempo y curiosamente dicha pieza era la única que, por falta de uso, seguía como nueva. A ver si te sirve la metáfora: el no ser parte del sistema debería servirte no para comerte el coco intentando encajar sino para aprovecharte de la situación y proyectarte a hacer cosas que a los demás les resultan ajenas por estar atados servilmente a su adoctrinamiento social. Valga lo mismo para recordar algo que vi en un documental, una vez que los individuos cumplen su función reproductiva, dejan de ser útiles como individuos de una especie y envejecen y mueren. Aunque nadie lo ha comprobado y es sólo una hipótesis extrapolada de dicho documental, es probable que los individuos asexuales se mantengan jóvenes por más tiempo, una especie de engaño a nuestro reloj biológico "por no dejarnos usar..."
En fin, no quiero que me salga un post quilométrico y disculpad si he divagado un poco.
Saludos,

Tigre.

estando en un restaurante con la familia nos encontramos con un marrimonio de abuelos, y hablando con ellos soltaron una frase que me encango: la sociedad es como una pared de piedras: la que tiene canto sirve para los lados y la que no tiene canto hace la estructura.
Todas las personas somos utiles, aunque parezca que somos inperfectos o que no somos como los demas, siempre habra sitio para nosotros.
Y si no te lo haces!

En parte te entiendo, es agotador sentirse siempre como el bicho raro, como un alien en el mundo. Pero lo peor que puedes hacer es autocompadecerte, intenta ser fuerte y seguro de ti mismo, camina con paso firme independiente de donde estés y quién te rodee. Finalmente sólo te tienes a ti, y si tú te abandonas, inevitablemente caerás.
En mi caso, prefiero pensar que este mundo es demasiado primitivo, antes que atribuirme responsabilidad por no compartir la estupidez colectiva.

Yo entiendo lo que es sentirse distinto, a mí siempre me ha pasado y he sentido que no encajaba en este mundo, pero al final uno tiene que abrir los ojos. El principal problema en estos casos es que uno se cierra en su mundo y no ve nada más hacia afuera.
A mí siempre me ha gustado analizar la psicología de las personas que me rodean, y me he dado cuenta que hasta las personas que te puedan parecer más comunes tienen sus rarezas, lo normal realmente no es tan normal, cada persona tiene su forma de ser y de vivir que le guste, y es lo que tiene que seguir. Uno de los principales problemas que veo es cerrarse a querer ser como ves que son los demás, porque una persona nunca es igual a las demás, siempre hay cosas que le distinguen. Si ves gente que de pequeños ya tienen relaciones pues muy bien por ellos, pero si a ti no te gusta no tienes por qué sentirte mal porque tú no las hayas tenido, cada uno vive la vida a su manera y al final el objetivo debe ser único: la felicidad. No te debes de buscar objetivos que te impongan otras personas, objetivos basados en "la naturaleza del hombre" y "el ciclo reproductivo", tu naturaleza es como tú eres y seguirla es como realmente serás feliz.
En resumen, olvida los prejuicios sobre cómo son las otras personas, y vive la vida como a ti te guste, sólo tienes que analizarte fríamente, sacar fuerza de voluntad, si te dejas derrumbar nunca podrás ver las cosas claras.
Y no te preocupes por tener pocos amigos, hay mucha gente en el mundo, y aunque en tu círculo cercano no haya nadie que encaje contigo algún día lo encontrarás, y no tiene por qué ser precisamente como tú. Yo por ejemplo mis mejores amigos son personas totalmente distintas a mí, formas de ser distintas, gustos distintos, y no por eso me siento una persona fuera de lugar ni me aislo de ellos

Algunos tips:

1.- La adolescencia es horrible. Y lo peor es que no acaba necesariamente a los 17. Usualmente la condición de adolescente sigue imperando hasta bien entrados los veinte.

2.- La vida no tiene sentido intrínseco. Es decir, tiene el sentido que te enseñen a darle o el que le quieras dar tú. Pero un sentido universal que esté allí para todos simplemente no existe. Claro, a menos que te conformes con los sentidos puramente biológicos.

3.- La vida puede que no tenga sentido en sí misma, pero lo que sí tiene y a montones, es libertad de elección. Cierto, no podemos elegir ciertas cosas (por ejemplo, no podemos elegir volar a la manera de las aves) pero es que libertad de elección y poder de acción, son dos cosas diferentes.

4.- Las dudas existenciales y el deseo de encontrar sentido a la vida es propio de las personas con mucho tiempo libre. En la medida en que las personas se involucran en actividades de su interés, se les va pasando la crisis existencial. La razón es simple: las actividades que por libre elección deciden realizar causan una satisfacción que hace menos urgente las preguntas sobre el sinsentido de la vida.

5.- Expresar nuestro punto de vista, y más cuando se expresa bien escrito, es algo valioso. Le da valor a la experiencia humana pues aunque igual no encontremos sentido a la vida, la escritura es una de esas actividades que llenan nuestra existencia y nos dan el derecho a hablar del "placer de vivir".

A mí también me pasa lo mismo en muchas ocasiones, me entra el bajón porque veo lo diferente que soy de la masa y que muchos me miran raro y me excluyen y discriminan, eso me ha pasado siempre, pero, por suerte, me gusta la soledad y prefiero estar sola que mal acompañada, así que disfruto mucho haciendo cosas sola, me entretengo mucho y no he tenido que ir a espantosas fiestas o bailes o discotecas etc etc , A veces me entristezco porque tengo pocos amigos pero tengo esa suerte, a casi toda la gente de por aquí le pasa parecido, intenta buscar algún hobby y pasa de la masa, si has visto a uno , has visto a todos, parecen clones........todos con parejita, hijos o nietos, todo el santo día hablando de lo maravillosos que son......, al menos nosotros tenemos un punto diferente, yo paso bastante de ellos, no me interesan sus parentelas, porque al final todo es lo mismo, yo tenía un colega de oposiciones que tenía un refrán, lo pongo para que te rías: " Coma caca, 100.000 millones de moscas no pueden estar equivocadas" je, je, je, pues eso, a ver si te animas.

Una vez me sentí así y traté de suicidarme porque no hallaba sentido a la vida, me sentía rechazado, excluído y el resto del mundo me temía y odiaba sin razón. Afortunadamente me puse muy resiliente y pude dejar eso atrás, aunque la gente sigue temiendome y siga sintiemndome fuera de lugar pero ya es algo que he aceptado o simplemente ignoro. Creo que hay motivos por los cuales permanecer vivo aunque suene estúpidamente optimista. Cheer up

Me alegro, aadm... Esa es la idea, seguir como sea disfrutando de lo que se pueda.
Si alguna vez te sientes cómodo contándonos porqué la gente te tiene miedo, adelante. ¡Guardaré mi curiosidad hasta entonces! Pero no lo hagas hasta que te sientas cómodo haciéndolo