Hoy tengo algo de tiempo libre. Espero que se note, considerando el título del hilo.
En un sentido estricto, los seres humanos no sabemos que es la realidad. Sí sabemos como no, que vivimos inmersos en un mundo de sensaciones y leyes más o menos coherentes, pero a ciencia cierta, son igual de probables las interpretaciones más alocadas -estilo Matrix- que las más simples, como las que probablemente tengamos nosotros.
Ahora bien, desde un punto de vista de la organización de las teorías, hay dos extremos en las que podemos agrupar todas las ideas que sobre la realidad se han sugerido a lo largo del tiempo: el extremo materialista y el extremo idealista.
El materialista supone que la realidad tiene una base propia, que existe con independencia de quienes vivimos y la vemos y que en definitiva, es la realidad un fenómeno del que se pueden indicar leyes y composiciones, ante la cual entramos en interacción por medio de los sentidos.
Es decir, el materialismo supone que la realidad tiene una existencia independiente del observador.
El otro extremo, esta representado por el idealismo. En este grupo de teorías, la realidad esta formada en primera instancia, por los seres conscientes, quienes albergan en sus mentes impresiones de diversos tipos que constituyen la realidad o mundo sensible. En este enfoque, primero es la idea y luego es el objeto.
Claramente, el idealismo abre la puerta a la mente, para que altere a la realidad por medio de la voluntad. De algún modo, el mundo sensible es para el idealismo, un reflejo de otra materia, más fundamental, representada por nuestras ideas.
Históricamente, Platón puede ser considerado un idealista y Aristoteles un materialista.
Por educación y entrenamiento -recordando mis tiempos de estudiante de ciencias- he de anotarme en las filas del materialismo. Se me enseñó hasta el cansancio que la realidad física es independiente de la voluntad humana, la cual sirve de testigo pero jamás de director.
Las cosas solo se complicaron cuando al empezar mis cursos de cuántica, se me dijo que cierta parte de la realidad no puede ser medida sin alterarla, lo cual es una limitación del esquema materialista y sugiere un cierto fundamento idealista para la física de las cosas más pequeñas. Dicho de otro modo, la cuántica le da la mano al idealismo.
En otras carreras, digamos en las ciencias sociales, se sugiere que la realidad corresponde a un esquema idealista. Al menos la realidad social... ya que las personas forman a las sociedades y dado que las personas tenemos voluntad, luego las propiedades de las sociedades han de estar bajo influencia de la voluntad de las personas.
El Marxismo es un buen ejemplo de régimen idealista para la realidad. Dada la intervención de ciertos estímulos apropiados, como la formación ideológica y las crisis del capitalismo, ciertos fenómenos sociales van a ser inevitables y pueden derivar en una situación utópica en la cual la sociedad tendrá propiedades de interés, escogidas por la libre voluntad de quienes vivan en ese momento.