Empezaré diciendo que mis padres vienen de un entorno, en una aldea gallega casi tercermundista, donde era muy diferente ser rico de ser pobre. La familia de mi madre eran campesinos sin tierra, como en la época medieval, vamos, familia de cinco hermanos, numerosa y pobre.
En la actualidad ni qué decir tiene que existen muchos países que no tienen lo que nosotros tenemos y que son víctimas de la explotación de los grandes capitales, cuando no de sus propios cabecillas, que les llevan a la guerra o que no comparten su riqueza inviertiendo en su país y lo hacen en Occidente, creando así dos mundos.
Una vez vi en un programa de TV que en China, en una fábrica de vaqueros, obligaban a coser a las trabajadoras día y noche, con unas pinzas de la ropa en los ojos, por unos pocos dólares, alegando que si "elllas no lo hacían otras lo harán". Mientras tanto, los amos estaban forrándose, produciendo pantalones para las firmas de marca que luego se venden en el mercado por un ojo de la cara.
Aquí tenemos la precariedad laboral, los ERE, el paro juvenil, el consumo que es un atraco, los impuestos, etc. etc.
Yo misma fui víctima. Cuando tenía 20 años empecé a trabajar en una oficina. El jefe era un tirano que explotaba y pagaba poquísimo, y nos vigilaba hasta con camaras. Al año y medio, con posibilidad de cobrar el paro, me fui de allí medio enferma, y a los 22 cogí la esquizofrenia (por este y otros muchos motivos, además de la herencia).
¿Hasta cuándo el vil metal nos va a esclavizar a todos? ¿Cuándo seremos libres del Diablo?
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