Me gusta mucho la historia y conocer, compartan pues que disfrutaremos de un rato de ideas
Dios para mí lo es todo y le tengo tanto amor y confianza ( עורו אחים בלב שמח הבה נגילה) alegrémos y despertemos con un corazón feliz
Veamos, en la cultura prehispánica, mi hermoso Anáhuac, se idolatraba a varios dioses y diosas, según cada elemento visto en la naturaleza.
Todos me llamaban la atención según el ritual que realizaban, como Mictlantecuhtli, murciélago del inframundo, mm, noté que en cada cultura el tres es relevante, por ejemplo, las vasijas con tres patitas, indicaban también nacer, crecer y morir, infancia, juventud y vejez, día noche e inframundo, clases sociales como los sacerdotes, los guerreros y el resto del pueblo, en el catolicismo la trinidad por encontrar una similitud.
Me llamó también la atención que en los díalogos de Platón, Sócrates se refiere a varios Dioses por retomar a poetas y personajes importantes, pero finaliza comentando de solo un Dios, dios de todos los demás.
Encontré este pequeño comentario en la red:
Los dioses y los hombres.
Enfrentado al problema religioso, que más tarde en Filosofía será “el problema de Dios”, Sócrates percibe que no es admisible atribuir a los dioses todo el poder y toda la razón.
Considera Sócrates que el hombre posee el poder propio de la razón humana; pero que ésta tiene sus límites, mientras que sólo la razón divina es capaz de pasar más allá de esos límites.
Sócrates critica a aquellos que niegan la existencia de una razón divina, que preside todos los acontecimientos. Pero, en la medida en que considera “insensato” consultar al Oráculo para resolver aquello que los hombres deben resolver por sí mismos - y afirma que eso persigue eludir la propia responsabilidad de decidir en relación a los acontecimientos de la propia realidad - se anticipa a plantearse la cuestión del “libre albedrío”, que será tema de gran importancia para las filosofías posteriores, sobre todo en el cristianismo.
Anaxágoras refiere su concepto del “Nous” o inteligencia creadora, concluye que existe una inteligencia, que es una sabiduría que habita en todo lo que existe, que ve todo lo que ocurre y que gobierna todas las cosas. La inteligencia está en el origen y en el orden de todas las cosas, como un opuesto al azar.
Percibe con ello la existencia de una gran armonía y coherencia en la Naturaleza; con lo cual se encuentra a un paso de sustentar que existe una inteligencia única y superior, lo que equivale a vislumbrar los fundamentos filosóficos de las concepciones religiosas de base monoteísta. Desde este punto de vista - si bien no fue éste el tema planteado en el proceso que le fue seguido por impiedad - puede pensarse que, después de todo, realmente el pensamiento socrático contenía una amenaza para la religión oficial de Atenas.