¿Quién no ha sentido en algún momento que es uno con el Cosmos, que todo lo que le rodea tiene un alma, desde lo más pequeño a lo más grande? ¿Quién no ha sentido Lo Trascendente? Freud. Y yo a Freud le contesto: ése es tu problema. Porque cierta gente nazca ciega no vamos a suprimir los colores. Lo Trascendente se siente en el alma. Y el alma en todo el cuerpo. Es una sensación visceral, innata, de que hay Algo, y está ahí, y te saluda. Sin palabras, porque las palabras son demasiado nuevas para lo que lleva existiendo desde hace millones de años, los dioses rara vez se molestan en usarlas. La Trascendencia no es un conocimiento, no es una razón. Es una sensación, una emoción, un sentimiento del que la Humanidad lleva dando testimonio desde que apareció sobre la Tierra. No tiene sentido juzgarla con los valores de la lógica, por eso el diálogo entre ateos y creyentes suele ser un diálogo de besugos. Lo que me enfurece, y me ha llevado a abrir este post, es que se nos intente hacer sentir estúpidos, inferiores, enfermos o ridículos cada vez que la Trascendencia se digna a conectar con nosotros, que se compare esa sensación con algo meramente fisiológico, como el sudor, algo que no vale la pena asombrarse por ello. Para todos aquéllos que hayan sufrido lo que yo he escrito estas palabras: ya hemos sufrido bastante. El alejarnos de ese sentimiento trascendente puede acabar arrebatando el sentido y el valor a nuestras vidas y a todo lo que nos rodea. Pues para algunos de nosotros, ya es hora de reconocerlo, el valor de las cosas está ligado a su trascendencia, aunque en principio sea de manera instintiva, sin expresarse en conceptos. Y ese negar los conceptos, aun no conocerlos en muchos casos, nos lleva a negar nuestra conexión trascendente. A algunos de nosotros, esa negación nos hace caer en depresiones imposibles de curar, pues no hay pastillas para dar sentido a la vida. Por mi parte, considero que ya he sufrido bastante, me niego a seguir negando mis sentimientos, me niego a mutilarme a mí misma: creo.
_________________ Consagrada a los sueños
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