La política española me interesa poco, o al menos así fue siempre, hasta que apareció en escena el partido llamado "Podemos". Le conocí por sus afiliaciones al chavismo, por recibir dineros posiblemente robados del fisco venezolano y por estar liderado por personas que estuvieron por muchos años bajo la influencia de Hugo Chavez, supuestamente dando asesorías pese a la diferencia de edad y la pobreza de resultados.
Tengo mi derecho a condenar duramente al chavismo. Es el gobierno de mi país, es el régimen que en estos intenta suplir mis necesidades y es el responsable de solucionar los graves problemas que en estos días tenemos como sociedad. Además, fundamento mi pobre impresión del chavismo por ser un librepensador que por quince años ya ha seguido paso a paso el deterioro de las instituciones de mi país, todo según por la necesidad de avanzar en un proyecto político por el cual nunca se ha votado en Venezuela pero en cuyo nombre se tienen desde presos políticos hasta cargos electos desconocidos por el gobierno, pasado por un número nada pequeño de muertes.
Y una vez que hago la transición entre la política de mi país y la de España, encuentro sinceramente aterrador que hayan tantos elementos en común. En facebook, para quienes me tienen allí como contacto, he sido claro y preciso en documentar estos temores. Veo como se habla en términos y en maneras que parecen directamente salidos del libreto aplicado aquí desde 1998 y que habla del fracaso de la vieja democracia, de la necesidad de "realmente y ahora sí" democratizar todo tipo de instituciones, tales como los sindicatos o el sistema de salud... y de como en cada oportunidad, se minan aspectos esenciales de esa misma democracia como lo son el estado de derecho, la libertad de prensa, la independencia de los poderes, y quizás más importante aún, la idea implícita en que un funcionario electo es un empleado de los ciudadanos y no, como aquí el chavismo pretende presentar a sus presidentes, lideres iluminados consagrados por el voto popular para dominar todos los aspectos de nuestras vidas, elección de reínas de belleza incluidas.
Curiosamente, ante esos comentarios de mi parte, los españoles de cuna, esos cuyos padres vivieron en España y que nunca han vivido en otro lugar, habla como si la experiencia venezolana fuera única e irrepetible, como si el Reino de España fuera inmune a los malos gobiernos o como si fuera totalmente imposible que dictadores como los Castro y populistas como Chavez hicieran esfuerzos por exportar su modelo de gobierno a otros países.
Y finalizo lamentando que esos mismos que hacen oídos sordos, encuentran como única y gran excusa el afirmar que soy de derechas y que por tanto no puedo opinar sobre las bondades de aquellos que prometen hoy en España lo que otros muy similares prometieron en Venezuela hace tres lustros.
Así están las cosas.
_________________ Con mucho cariño por el foro.
|