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Se le llama contrato al documento por medio del cual, se regulan las relaciones entre los particulares. Uno de los tipos de contrato más comunes es el de compra venta por medio del cual se transfiere el derecho de propiedad sobre un bien.

Ahora, gracias a la libertad contractual, los detalles específicos del contrato son materia de cada quien. Es posible que un contrato sea muy liberal, o por el contrario, que sea muy draconiano. Ya vera cada quien, si le conviene o no aquello que firma.

Ahora bien, los contratos de software suelen ser denominados licencias ya que no son propiamente sesiones en el derecho de propiedad, sino que se limitan en la generalidad de los casos, a una sesión en el derecho de uso.

Es más, si vemos de cerca un contrato de estos, veremos que las licencias suelen limitar no solo el traspaso de propiedad, sino que también limitan el derecho de uso a unos términos bastante precisos. Por otro lado, el derecho al estudio también es limitado, al prohibir prácticas como la ingeniería inversa. Finalmente es común, que el derecho de distribución o de re-distribución del software este restringido también.

Entonces tenemos al software libre. Los programas que son denominados como tal, cuentan con licencias que están diseñados en forma completamente opuesta a lo descrito hasta aquí. En su mayoría, las licencias de software libre garantizan lo que se ha dado a llamar las cuatro libertades esto es, la libertad de uso, de estudio, de modificación y de distribución.

Es importante aclarar, que pese a garantizar las cuatro libertades, el derecho de propiedad sigue sin ser transferido. Aquel que colabora con un proyecto de software libre sigue siendo dueño de su parte, pero ha permitido que cualquier otro haga uso de este, así como que lo estudie, lo extienda y lo distribuya.

Es así como el modelo de negocio tradicional de la industria del software tiembla ante el software libre. Es un modelo de comercialización y desarrollo por completo diferente, con sus puntos buenos y sus debilidades.

Para no hacer la cosa muy larga, les diré que en mi opinión el software libre es una buena opción ha tener en cuenta; y que los entes públicos así como las PYMEs hacen bien en utilizarlo. En una frase: el software libre es un movimiento inteligente.

vaya, interesante dato

La forma más directa de mercadear al software libre es mencionar el costo que tienen las licencias tradicionales. Por decir un ejemplo, el conjunto clásico de programas para un PC (Windows XP, MS Office, Antivirus) sale por acá en no menos de 768 bolívares fuertes por equipo y en cambio una instalación similar a base de software libre se puede conseguir a costo cero.

Claro que el costo de un grupo de equipos no es solo el de las licencias, pero este componente tiene un peso tan importante del total, que solo la ausencia de este hace que el uso de software libre tenga un gran atractivo.

Si me preguntan, el ahorro que se consigue en licencias no es la principal ventaja. Dentro de la estructura de costos de un departamento de sistemas, las licencias son el ticket de entrada a servicios de soporte y actualizaciones que de alguna manera han de ser suplidos con contratos adicionales en el caso del software libre.

Así que la cuenta se complica un poco. Es mi opinión que un plan de adopción del software libre debe contemplar algunos de los siguientes puntos:

1. Costo de instalación y configuración.
2. Costo de entrenamiento de usuarios y del personal de soporte.
3. Costo del plan de actualización.
4. Costo del plan de migración de los programas y servicios existentes.
5. Costo de ejecución del soporte de los equipos.

Entre otros.

Claro que renglón a renglón, es posible argumentar un costo menor en el caso del software libre, o en todo caso se puede mencionar una velocidad en la recuperación de la inversión mayor. Es posible también explorar las oportunidades que se abren a la institución una vez que haya migrado.

Por esto es posible defender al software libre con razones objetivas y llegar nuevamente a la conclusión anterior: el software libre es un movimiento inteligente.

Aquí en España, en muchas comunidades han empezado ya a instalar Lynux en los ordenadores que envían a los centros educativos. Supongo que a la larga eso supondrá un grandísimo ahorro (¡ojalá inviertan bien lo que se ahorran!), pero de momento, al menos en el colegio en el que yo trabajo, estamos mitad y mitad, así que la lata es que muchos programas educativos muy buenos que estaba utilizando ahora puedo usarlos sólo en algunos ordenadores, aún tienen que desarrollar mayor variedad de programas para Lynux al menos en este ámbito.

Linux es la joya de la corona del moderno mundo del software libre. Es de hecho, una extraordinaria plataforma de computo, que he utilizado por años y a la que quiero desde el fondo de mi corazón. Miles, sino millones de profesionales de la computación apreciamos las grandes ventajas técnicas de Linux por sobre su competencia.

Sin embargo es interesante observar que no es necesario utilizar Linux para beneficiarse de los programas de software libre. Por ejemplo, en la empresa en la que trabajo, utilizamos Windows como sistema operativo, pero preferimos utilizar de ahí en adelante, programas de software libre siempre que sea posible.

Así hemos terminado con nuestras computadoras llenas de programas de software libre, como OpenOffice, Dia, NetBeans, Gimp, StarUML, y muchos otros, pero sobre Windows. Sí, sobre ese sistema operativo de la gente de Microsoft.

Por lo que concluyo que aunque muchas veces es recomendable utilizar Linux, no es desde ningún punto de vista, algo obligatorio para beneficiarse de esta tendencia del software libre.

Y Canda, no te preocupes. Tanto España como muchos otros países cuentan con mucha buena gente que intenta desarrollar justo lo que pides: software educativo que corra en Linux.

Hace unos años un periodista del diario de más tirada de Atlanta le sondeó a su amigo de partidas de golf, vicepresidente de Coca-cola. Oye, si me dices la fórmula secreta, te dejo ganarme una vez, ¿hace? - ¿De veras?, - le respondió el aludido. - Claro. - Pues ve preparando la Visa para la cena, - sí, esa que pagamos los pobrecillos que siempre perdemos -, porque, aunque todavía no hemos jugado, acabo de ganarte al golf y todo el mundo lo va a saber!!! Esta tarde pásate por la central y pregunta por mí. Iremos al laboratorio.

Luego de la visita, siguió la conversación anterior: - Bueno, ya tienes la fórmula. ¿Y ahora qué? Aparte de una fábrica, sólo tienes que dar a conocer tu refresco (te he desvelado la formula pero no te he cedido la marca), y construir la mayor red mundial de comercialización. Yo, a cambio me voy a pegar la cena más rica de mi vida. Te aseguro que ha valido la pena.

Linux, y el sistema operativo desde el que se implementa, UNIX, son, bajo cualquier medida informática que se establezca, mucho mejores que Windows y DOS. Aunque es gratis, como la fórmula de Coca-cola que le cedió su vicepresidente a su amigo periodista, ahora sólo hay que darlo a conocer. Casi nada!

Me voy a robar ese cuento, esta demasiado bueno.

En esa misma onda, yo suelo explicar que el software libre no es software gratis, por la simple razón de que los programadores tienen la mala costumbre de comer tres veces al día... y ni mencionar su pretensión de criar familia... ¡hay que ver que desvergonzados son los programadores! ¿acaso no saben que el software debe ser gratis?

El reto de construir un modelo de negocio viable para el software libre es sin duda, la piedra de tranca que impide su adopción masiva. Pero bueno, estamos trabajando en el tema...