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Todos estamos, según dicen por ahí, en una carrera contra la muerte. Solo que la muerte esta tan segura de ganar, que nos deja toda una vida de ventaja.

¿Qué piensan de la muerte? No solo de la inevitabilidad de esta, o de la posibilidad de una vida posterior, sino también del hueco que deja cuando una persona con amigos y familia, hijos y nietos, deja el mundo de los vivos. Esa sensación de ya no estar, que sienten los que se quedan, y esa otra sensación de inquietud espiritual que suele sentir aquel que piensa en su hora de partida.

¿Qué piensan de la muerte?

Pues vivir preparados para el mañana, es decir, tener testamento, albacea, o al menos el orden preciso para que quien esté cerca pueda tramitar lo que necesite, documentación de seguros al día, de propiedades, hasta a veces hago una bitácora para quien me sustituya en donde sea, trabajo o casa, llevo los impuestos al día con sello ordenados cronológicamente, además platico con mis familiares sobre mis ideas y deseos finales.
Cierto Neoclasic, acá se tenía el ritual de enterrar al personaje con sus propiedades y mascota, eso en la época prehispánica, luego, se trataba de entierros en fosas familiares, ahora lo común son nichos, ya tengo el mío, incineración será mi fase final, tengo listo esos detalles, no me gustaría dejar pendientes, para que otros tengan problema o dificultades, eso en el aspecto físico, pero también en el aspecto espiritual, me preparo, diario al anochecer hago mi evaluación del día, hay veces que en verdad me sorprendo, suelo aprender de mis fracasos o fallas, transformando esa experiencia en un escalón más que subir en esta vida, pero la mayoría de las veces, mi evaluación es positiva, trato que lo sea pues dormir quiero hacerlo tranquila, para al despertar tener la energía de hacer las cosas mejor que el anterior, parece utopía, pero es cuestión de pensamiento, de decisión, de querer que así sea y trabajar en ello.
La muerte, una meta forzosa, totalmente alcanzable, pero la diferencia es saber vivir sonriendo para no sentir ese día como algo terrible y cada uno sabrá como organizarse.
Platico un suceso, mis primas al morir mi tío, hicieron una reunión festejando su unión a Dios, llevaron platillos diferentes, aunque con una que otra lágrima, sus palabras eran "¡enhorabuena, mi padre está con Dios!", algo difícil, perder físicamente a un ser querido, pero es cuestión de actitud el afrontar ese duelo en fiesta y ver el lado positivo a esa despedida intermedia, pues todos vamos para allá, me sorpendieron pero aprendí algo ese día, "para el católico es fiesta esa transición", sin embargo no deja de ser tan difícil de asimilar.

No he tenido la experiencia hasta el momento de que muriera alguien cercano a mí afectivamente hablando, pero hace poco hubo un "casi" y para mí fue terrible, porque aún no habiendo sucedido ya anticipaba ese vacío. Prefiero no pensar mucho en ello, la verdad. No tengo apego a muchas personas, pero a las que tengo apego, les tengo "mucho" apego, así que me horroriza. Por eso más bien no anticipo el sufrimiento, ya lo pasaré cuando llegue el momento (y que tarde lo más posible).
En cuanto a mí, lo que hagan conmigo después me da bastante igual. Lo único que les he dicho es que si hay posibilidad de donar órganos, lo hagan.