Que difícilmente se puede declarar en el país.
No es una opinión. Es una recopilación de hechos históricos que todo el mundo acepta como tales.
E.E.U.U. entra, lucha, destruye, invade, ocupa y se va. Tal vez, en algunos casos, que no siempre como en Vietnam, algunos magnates obtengan buenos negocios. Mal negocio para la inmensa mayoría que pagan esa aventura.
Israel, uno de sus socios, raramente entra, apenas lucha, bombardea y se va. Las veces que han invadido y ocupado, luego se queda. Prácticamente el mismo coste moral, pero muchísimo más rentable.
Está claro que, en el sentido más práctico, en EE.UU., sus dirigentes deben dejar de ser, además de todo lo que moralmente ya puedan ser, tontos. Que no se extrañe nadie de que a quienes votan se les haya acabado la paciencia.
Menos mal.
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