AVENes

Estamos en la misma página en este caso Faisan. Estoy de acuerdo con lo que dices.

Te comento que mi hermano tuvo mutismo selectivo en contra de las personas que de la familia que le causaban estrés. Lo digo en pasado pues eso fue cosa de la juventud, ya lo tiene bastante superado. Requirió de mucho esfuerzo de su parte y de asistencia profesional. Así que estoy familiarizado con lo que cuentas.

En mi caso no soy de ir a fiestas. No es una condición que haya venido de fabrica, sino que se fue formando con los años. Tal como explicas tú, un granito de arena ahora otro el año siguiente... y hoy en día estoy tengo que reconocer mi sentimiento de ansiedad ante situaciones sociales no estructuradas. Sin embargo estoy quitando eso de mí, un granito hoy otro mañana. Poco a poco.

Paso a paso Faisan, estas cosas toman tiempo.

Vi un cartelito en una red social que decía «lo importante no es la velocidad con la que avances, sino el hecho que no te detengas». Tengo confianza en que mientras se siga avanzando en la dirección correcta todo será ganancia.

Los cambios son lentos, Faisán. Yo tuve una época de esplendor, nací así, eso ya lo acepté. Pero mi abuelo Miguel fue mi mejor lazarillo, me dio una época de esplendor en la que me pude adaptar muy bien al medio. El problema radicó después del tratamiento, el tipo que lo llevó logró desequilibrar mi vida y todo el terreno que gané con mi abuelo. Al dejar de salir a la calle, dejé de socializar, y comencé a crear "ritos" insanos. Me la pasaba todo el día en mi cuarto, mi zona de confort, ahí leía o dormía. Cree malos hábitos motivada por la ansiedad, hasta que caes que lo que vos crees que es vida en realidad es una porquería comparada con la vida que otros viven.

Fui a una fiesta el fin de semana, solo conocía a cinco o seis personas. Cuando sentí que la ansiedad me ganaba y esta gente no se quería ir a la hora que yo si quería les robé las llaves y me fui. Luego les mandé el mensaje "me fui a casa", caminé treinta cuadras y cuando llegué a mi casa me dejé llevar por la frustración; llorar es una buena forma de canalizar.

También comencé a ir a la biblioteca, a la plaza y planeo volver a ir al cine y pasear por Capital como lo hacia antes. Pero no quiero todo en este momento, necesito tiempo y lo haré poco a poco. Tengo que dejar de ir a fiestas obligadas y más cuando la intención es que conozca a algún muchacho que me saque "lo frígida". Eso ya lo aclaré con mis viejos y con mi tía. No necesito un novio y menos de su gusto; creo que tienen que reconocer que ya no soy adolescente. Yo apoyo las palabras de Faisán, se debe salir de esto y no se debe festejar.

Animo, chicos...

Timidez la justa, chicos. .. Espabilad!