Buenas Isaac, me agrada que podamos charlar sobre estos temas aquí tan abiertamente. Yo estoy asistiendo a una terapia de grupo para gente deprimida (además de una gran variedad de dolencias mentales) en la que eventualmente tocamos estos temas, cada uno dentro de nuestra perspectiva individual.
Bueno, yo creo que ya ha quedado claro que mi experiencia con la psiquiatría no ha sido muy halagüeña. Estoy muy descontento, casi enojado.
En primer lugar, porque el mayor problema consiste, como bien dices, en dar con la medicación acertada; y yo personalmente llevo cosa de un año y medio probando y experimentando con pastillas nuevas que lejos de ayudarme me hacen sentir todavía peor. A veces he tenido la sensación de que han estado experimentando conmigo. Han llegado a mentirme (el psiquiatra) descaradamente sobre mi medicación. Me han metido en antidepresivos, antipsicóticos, benzodiazepinas, ansiolíticos y un largo etcétera de fármacos, todos ellos ofreciendo nulo resultado. Es por esto que mi círculo familiar y yo hemos convenido en que mi curación no pasa por la psiquiatría ni por la farmacología ni nada relacionado. Tal vez estemos equivocados. Las pastillas, de por sí, tienen efectos secundarios muy desagradables. Desde la sequedad de boca hasta la pérdida de memoria. Y si algo tengo claro es que, desde que empecé el tratamiento, no he hecho sino ir cuesta abajo, caerme en un pozo cada vez más infernal (creo que este adjetivo cumple bastante bien para describir a la depresión). Sobre lo que comentas de que la depresión no es de ningún modo lucidez, quizás tengas razón y mis ideas sean un poco peregrinas. No sé. Estoy más confundido que nunca. Y todas mis citas con psiquiatras me han parecido inusitadamente cortas, para nada suficientes para transmitir y estudiar la sintomatología de mi enfermedad. Simplemente no me gusta cómo funciona el tema.
Me alegro sinceramente de que la medicación te haya ayudado y de que ahora puedas pensar con claridad. Yo, desde que empecé con la medicación, he perdido muchas facultades. Espero de todo corazón que ambos, algún día, podamos superar con creces nuestra depresión. I hope, que diría Morgan Freeman en Cadena perpetua.
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