-En fin -dijo la mujer al cabo de unas horas -vayamos a comer algo, aunque sea fría, y pasemos las pruebas. Les preparó bocadillos de queso y jamón. Los chicos no se extrañaron porque la mujer les había contado que en aquel mundo no estaban sujetos a las prohibiciones que tenían en la Tierra y los que recordaban su vida en ella se hinchaban a hacer todo lo que habían tenido prohibido. -Creo que ha llegado la hora de poneros las pruebas -dijo alcabo de un rato, cuando los bocadillos habían desaparecido. Los chicos tragaron saliva -Volved al salón y sentaos allí. Ella llegó en menos de dos minutos. Traía bolígrafos y papeles. -Bien, ésta es la prueba: tenéis que rrellenar estos exámenes -les dio dos hojas a cada uno, donde había preguntas tipo test. -¡Pero si no hemos estudiado! -se quejó Laila, que era una empollona insoportable cuando sus hermanos no la controlaban. -Son test de personalidad ¿no? -preguntó Julián -los hacen los loqueros en el colegio y salen en revistas. -Sí, es cierto -les confirmó Sana -Así sabremos si estáis lo bastante locos como para caerles bien a los dioses. -No sé porqué, pero me esperaba algo más, no sé, heroico, peligroso... -replicó el chico. -Pues has tenido suerte -le contestó la mujer. Miriam ya había empezado a rellenar. Al darse cuenta, Laila se picó y se puso a ello a toda velocidad. Su hermano se lo tomó con más calma. Miró la primera pregunta y se quedó boquiabierto. Cerró la boca y siguió mirando, pero no se podía creer lo que leía. Las preguntas eran todas del estilo: 1-Tienes una batalla importante y ya llegas tarde. Vas al establo a coger a tu caballo y te lo encuentras con una depresión de caballo ¿Qué haces? a) Intentas animarlo con palabras bonitas durante horas b) Le gritas enfadado, lo dejas y coges la moto. c) Intentas arreglarlo en cinco minutos, pero como el animal se obstina te enfadas, y llaman a tus compañeros de armas para decirles que vas a llegar tarde, que no te esperen.
Intentó echar un vistazo a los test de las gemelas, pero Laila tapó el suyo instintivamente, como hacía en clase para que no la copiaran sus compañeros. El de Miriam no podía leerlo bien desde donde estaba sentado, así que lo dejó. Respondió al azar y aun así terminó despues que sus hermanas.
_________________ Consagrada a los sueños
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