Un hecho insólito, difícil de explicar, es nuestra incapacidad de mantener la atención mientras nos reímos. Aunque quizás sea una ventaja, pues así liberamos nuestra mente a la vez que masajeamos nuestros órganos internos.
Sin embargo Stephen Macknik, director del Laboratorio de Neurofisiología Barrow de Phoenix nos previene acerca de esta "incapacidad": Aconseja que si nos encontramos a un desconocido que nos hace reír, tengamos presente donde está nuestra cartera con el dinero, no sea que luego tengamos una desagradable sorpresa...