Las anécdotas de Eduard (2-Bosnia)

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Eduard
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Las anécdotas de Eduard (2-Bosnia)

Mensaje por Eduard »

Con un buen colega, amigo, y gran viajero (y que ahora está viviendo en Ecuador) fuimos de viaje de fin a año a Bosnia-Herzegovina en mi coche, a un "Club de Ecuatorianos" de unos amigos suyos.
Entramos en el país desde Croacia, e hicimos la carretera que va de la frontera a Mostar, nuestro destino.
En esa época (1996) eran habituales los asaltos para robarte, y había que circular con muchísima prudencia y procurando no detenerse nunca.
Así que, cuando tras una curva cerrada y sin visibilidad nos encontramos una barrera bloqueando la carretera, mi intuición me guió a esquivarla circulando por las malezas del arcén, sin parar en ningún momento el coche.
Por el retrovisor vi que no salía nadie de entre los árboles ni nada, así que seguimos tan tranquilos.
Al cabo de pocos quilómetros, llegamos a una ciudad desierta.
Era una urbanización moderna y grande donde muchas casas, muy nuevas, tenían el techo derrumbado.
Y estaba desierto de gente. Rarísimo, una ciudad fantasma.
Realmente era sorprendente. Todo era de nueva construcción, y había gasolineras, restaurantes, tiendas, calles asfaltadas, chalets, edificios de viviendas de cuatro plantas...
Nos extrañó ver esos techos derrumbados. La gasolinera también estaba "rota". Pero con unas "heridas" muy limpias. O sea, que solo una pequeña parte de los edificios se había derrumbado en parte, mientras que la parte restante quedaba intacta. En la gasolinera estaba aún la caja registradora y revistas a la venta, pero todo abandonado.
No nos atrevimos a tocar nada, nos quedamos pasmados ante el panorama.
Puesto que anochecía, entramos en el garaje particular de un chalet que tenía la puerta mecánica abierta Metimos ahí el coche sin cerrar la puerta, y tranquilamente entramos y lo visitamos entero.
De las tres plantas solo un par de habitaciones estaban inhabitables con el techo roto. También la valla del balcón estaba rota, como si alguien con mucha fuerza la hubiera doblado. Conservaba todos los muebles intactos, con armarios que no abrimos y todos los muebles "fijos" como el inodoro, el lavabo, la nevera...
En la última planta, la bajo-techo, el suelo estaba cubierto de hojas y vegetación, que habían entrado por el techo agujereado.
Realmente nos sorprendió mucho, y no acertamos a saber porqué esas casas se habían deteriorado tanto ni el motivo de estar deshabitadas.
No nos atrevimos ni a usar el retrete del chalet, ni a dormir en alguno de los dormitorios. Así que pasamos la noche en el coche.
Al día siguiente, después de visitar un restaurante impecable pero sin gente, continuamos la marcha hacia Mostar (veníamos de Banja-Luka).
Y, de nuevo, esta vez con visibilidad pero antes de una curva cerrada, la carretera estaba bloqueada con barrera.
Aminoré la marcha, vi que no había ningún "bandido", y de nuevo esquivé la barrera por el arcén.
Y así llegamos a la siguiente población, que ya sí que estaba poblada.
Allí preguntamos y...
"Esa ciudad fue bombardeada".
Y nos hicieron poner la carne de gallina cuando nos informaron que habíamos cometido una imprudencia sumamente arriesgada y estúpida (además de peligrosa) al entrar.
Los serbios habían sembrado la zona de minas, y por eso nadie estaba allí. Algunas minas habían sido lanzadas desde el aire por los mismos aviones bombarderos, mientras que otras fueron puestas por la "infantería" (los paramilitares serbios) en sitios estratégicos. Como resultado de ello podías saltar por los aires al pisar la maleza del jardín, al abrir un armario, al entrar en la gasolinera...
¡En cualquier momento mi amigo y yo podríamos habernos volatizado!

[img]http://ardslot.com/aven/bosnia.jpg[/img]
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