A la deriva

Creo que en la orientación me descubrí y pese a los conflictos me trajo paz. Hace que esto sea tan frontal, tan honesto. Siento a la comunidad generalmente confiable, me agrada sentirme en casa. He sido víctima de muchos timos y embustes de profesionales que han intentado curarme, y cuyo único remedio ha sido la vergüenza y mofa de mi masculinidad y la destrucción por completo de mi estima. Tuve que aprender con tantas malas experiencias a que ser diferente no debería dolerme, que en aceptarme está lo positivo. Y me lleno de preguntas, ¿cuánto alivio hubiese tenido si hubiese conocido mi orientación sexual en la adolescencia? ¿Cuántas penas y cuánto dolor le hubieran evitado a mi mujer?